viernes, 25 de abril de 2008

Recopilacion de algunas fotos de fantasmas






Fotografia en 1959, y la mujer que la tomo (el señor sentado en el asiento de adelante es su esposo) quedo estupefacta al ver el rostro en el asiento trasero. Quizas algunas tomas sean producto de una sobre-exposicion o un fenomeno de luz, pero mejor juzguen uds. mismos.







Durante la fotografia para un afiche















“Propietarios de medios, comunicadores y población deben respetar la normativa de radio difusión”

Manuel Cipriano Pirgo, Director General de Autorizaciones en Telecomunicaciones
Con la finalidad de saber los servicios de radiodifusión en los medios de todo el país, el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, viene desarrollando audiencias públicas. Esta actividad, siendo la primera en este sector, se dio inicio en nuestra ciudad, la cita fue en las instalaciones del hotel Oro Verde, hasta donde llegaron propietarios de medios de comunicaciones, comunicadores sociales, estudiantes así como población en general.

También estuvieron presentes autoridades universitarias así como autoridades de nuestra ciudad. Esta actividad se dio inicio a las 9:30 de la mañana, estuvo presente el Director General de Autorizaciones en Telecomunicaciones, Manuel Cipriano Pirgo; el asesor legal de la Dirección General de Autorizaciones en Telecomunicaciones, Martóin Ramírez; el Jefe de Estación de Control del Espectro Radioeléctrica de nuestra ciudad, Miguel Mercado Aguila, entre otros.

Durante un receso, pudimos conversar con Manuel Cipriano Pirgo, quien nos explicó más sobre esta Primera Audiencia. “Es una audiencia pública que vienen realizando el Ministerio de Transporte y Comunicaciones en cumpliendo a la normativa de radio difusión y la idea justamente es informar al público en general respecto a la normativa y regulación a lo que se refiere a deberes y obligaciones que deben tener los titulares de radio y televisión en Loreto, y a la vez estamos recibiendo las inquietudes, sugerencias, preguntas y recomendaciones para mejorar la normativa de acuerdo a la realidad de cada ciudad”

“Nosotros muchas veces recibimos información que existe demasiada piratería en un determinado lugar o que se presentan otras situaciones que en Lima no se perciben directamente, es por ello que estamos tratando de traer estas audiencias en forma descentralizada. Justamente estamos comenzando con nuestro cronograma, Iquitos, es la primera ciudad donde se esta desarrollando esta audiencia, posteriormente vamos a ir a otras ciudades donde vamos a dialogar con los propietarios, periodistas y población en general, tal como lo estamos haciendo acá”

“Lo importante es que tenemos un publico muy interesado, radio difusores, sector académico, público en general, eso para nosotros nos llega de muchas ganas de seguir adelante porque existe el interés por saber más de este tema”

“La metodología de esta audiencia es que se esta tocando dos aspectos fundamentales como son: la parte de información normativa, la parte de información técnica, después pasamos a una segunda etapa que tiene que ver con los códigos de ética de los radiodifusores para que sepan que si bien es libre pero hay principios que tienen que ser respetados, como fomentar la cultura, el desarrollo, la integración, la defensa de los intereses y que no afecten a la sociedad y medios de comunicación”.
En horas de la tarde desarrollaron realizaron una visita guiada a la estación de control de monitoreo de Iquitos, la misma que estuvo a cargo de un grupo de ingenieros. Esta estación consiste en monitorear el uso del espectro en nuestra ciudad, para así determinar si los operadores que tienen autorizadas una frecuencia lo vienen autorizando de manera legal y determinar a aquellos no tienen una frecuencia autorizada, “A esos llamamos piratas y el Ministerio lo que hace es tomar las medidas del caso para sancionarlos. En todo caso si alguien esta conciente de que su frecuencia es pirata tienen tiempo para solicitar la autorización y regularizar su medio, para que así se formalicen”.

Carl Panzram


Sin lugar a dudas Carl Panzram fue uno de los hombres más peligrosos de su tiempo, como ladrón y asesino serial tiene un lugar asegurado en la historia pero también lo tiene por ser una de las más visibles víctimas del fallido sistema penal norteamericano de principios del siglo pasado. Nació en un pueblito llamado Warren del estado de Minnesota el 28 de Junio de 1891. Hijo de John y Matilda inmigrantes de origen prusiano y de ocupación granjeros que como la gran mayoría de los de su tipo en ese tiempo, vivían casi en la miseria. Las jornadas de trabajo comenzaban con el amanecer y terminaban al anochecer sin que sus esfuerzos coronaran en riqueza. Tuvo cinco hermanos y una hermana, todos ellos honestos y laboriosos granjeros, características que Carl no compartía pues según propias palabras desde siempre había sido un ladrón y mentiroso.


Cuando tenía 7 años, sus padres se separaron. Aunque hablando con mayor exactitud, un día su padre salió de casa para no regresar jamás. Después del divorcio de facto, la familia enfrentó peores tiempos de estrechez económica. Panzram relata que sus hermanos por cualquier motivo y en cualquier momento agarraron la costumbre de apalearlo sin misericordia. El día que se introdujo en la casa de unos vecinos para robar dinero y pertenencias y fue descubierto por uno de sus hermanos, recibió una paliza tremenda hasta quedar desmayado. A causa de este primer gran robo, Carl fue enviado al reformatorio juvenil en 1903. Llegando al Minnesota State Training School el recibimiento fue de lujo: un oficial le ordeno al chico desnudarse por completo y procedió a revisarle el pene y el recto a la vez que le interrogaba acerca de sus costumbres sexuales. Básicamente deseaba saber si había sido fornicado o sodomizado y hasta si se había masturbado. Aquello fue el pequeño gran comienzo de lo que sería su vida en aquel sitio.


A principios del siglo pasado las instituciones correccionales carecían de supervisión externa. Por lo que el gobierno y la vida interna eran asuntos completamente en manos de los encargados en turno. Lo cual implicaba la existencia y tolerancia de abusos que hoy día resultan inimaginables. Eso considerando que aún hoy día la vida en un reformatorio juvenil o en cualquier cárcel puede ser un infierno.


La enseñanza cristiana era impuesta con enorme severidad como parte del programa para reformar a los delincuentes. Cualquier falla o demora en aprender las lecciones era rápidamente castigada. Panzram carecía de instrucción escolar y fallaba seguido en las lecturas y en el aprendizaje por lo que muy pronto cayó víctima de palizas y reprimendas. Desde esos días la asociación entre cristiandad e hipocresía habría de cristalizar en su persona. En vez de conocer valores, ética o moral, fue acumulando odio y enojo hacia la sociedad.


Después de incontables castigos con cinturones, y palas de madera la venganza llegó a Panzram cuando gracias a un ingenioso dispositivo de su creación prendió fuego a uno de los edificios del reformatorio, mientras disfrutaba al máximo el espectáculo del fuego, instalaciones federales con valor de $100.000 dólares ardían hasta los cimientos. A fines de 1905 Carl Panzram compareció ante el comité de libertad del reformatorio, armado de la mayor hipocresía convenció a los miembros del jurado que era otro chico, ya reformado por las enseñanzas cristianas de los maestros del lugar. Pero según propias palabras "Había aprendido mas de como mentir, robar, incendiar y matar que otra cosa... aparte de que había conocido otros usos para el pene aparte de orinar y de otras cosas para las que podía servir el ano..." Cuando su madre lo llevó de vuelta a su casa, Carl Panzram era otra persona, se había tornado silencioso y oscuro. Sin embargo muchas otras preocupaciones poblaban la vida de su madre, que no podía lidiar con un chico rebelde y problemático. A pesar de las circunstancias, Panzram siempre guardó resentimiento contra ella. Al principio la señora contaba con el amor y respeto de su hijo, pero gradualmente estos se tornaron en desaprobación y odio pues "...ella era muy tonta para enseñarme algo bueno."


Negándose a trabajar incansablemente en la granja, Panzram convenció a su madre para enviarlo a otra escuela, sin embargo pronto comenzó a tener problemas con un maestro quien frecuentemente lo castigaba a cintarazos.

Armó un plan para asesinarlo enfrente de todos y para tal efecto llevó una pistola a la escuela, pero en un forcejeo con otros muchachos, el arma cayó ruidosamente al suelo. Inmediatamente fue expulsado del lugar. Pocos días después y contando 14 años, Carl Panzram abandonó para siempre su granja de Minnesota para abrazar la vida de vagabundo. Trepó al vagón de un tren con rumbo incierto pensando que el propósito de su vida sería el de robar, engañar y hacer daño a todo aquel que se cruzara por su camino.
Pronto le ocurriría una nueva gran desgracia al jovencito Carl Panzram cuando un día se encontró con unos sujetos que acampaban quienes le prometieron conseguirle ropa limpia y un buen lugar para dormir. Pero antes de eso, le pidieron algo a cambio... y los cuatro hombres lo sometieron a una cruel violación tumultuaria sirviendo de absolutamente nada los lloros y las suplicas que externo Panzram. Si quedaba algo de humanidad, misericordia y simpatía en el espíritu del joven vagabundo, el vil acto al que fue sometido terminó por extinguir esos sentimientos para siempre. Durante mucho tiempo esta sería su vida, viajando de un lado para otro sin mas propósito que el de sobrevivir, durmiendo en vagones de trenes cargueros. Robando y pidiendo limosna para poder comer. Siempre cuidando su espalda de otros pordioseros y aún de los oficiales ferroviarios, hombres a veces de mayor cuidado que los propios vagabundos.


En 1906 cae de nuevo en un reformatorio juvenil, esta vez del estado de Montana donde rápidamente adquiere reputación de criminal nato. Un día ataca brutalmente a un guardia a quien le había agarrado tirria de tantos maltratos que le propinaba. A la primera oportunidad cuando el guardia le dio la espalda lo golpeó en la cabeza con un tablón de madera. Por aquel acto recibió numerosas palizas y fue puesto bajo rigurosa observación. La única forma de salir del aprieto era escapar del lugar, propósito en el que se le unió un compañero llamado Jimmie Benson con quien finalmente lo logra en el año de 1907. Juntos viajaron con rumbo al este robando y quemando iglesias, actividad de primerísima importancia para Panzram que mostraba especial encono contra todo aquello que oliera a religión. Así se mantuvieron por cerca de un mes, cargados de dinero robado y armas hasta que decidieron tomar caminos separados.


En el invierno de 1907 Panzram aún siendo adolescente se encontraba tomando en un bar del pueblo de Helena en Montana, lugar por cierto donde la ley, era la del revolver y cuyos habitantes se componían de cazadores, peleteros y pescadores rudos. Dentro del tugurio escuchó un discursillo dictado por un reclutador de la armada. Esa noche y tras mentir acerca de su edad, Panzram se enlistó en la armada de los Estados Unidos y fue enviado al fuerte William Henry Harrison ubicado en una remota región de Montana. Desde el primer día de actividades fue acusado de diversos cargos por insubordinación.


Durante el mes que perteneció al ejército fue encarcelado numerosas ocasiones por sus constantes ofensas y desobediencia crónica. Era imposible de controlar y con frecuencia aparecía en estado de ebriedad. Era simplemente imposible que Panzram se ajustara a cualquier clase de régimen disciplinario, fuera civil o militar. En Abril de 1908 fue descubierto cuando se había introducido a los almacenes del cuartel militar para robar diversas provisiones con las cuales planeaba desertar y luego venderlas. Entonces fue sometido a juicio en un tribunal militar que en aquellas épocas castigaba con excepcional firmeza los delitos cometidos por hombres del ejército. La sentencia final dictaba la expulsión de Panzram sin honores ni compensación y tres años de trabajos forzados en la penitenciaría federal de Leavenworth en Kansas y fue ratificada por William H. Taft, futuro presidente de los Estados Unidos que en ese momento fungía como secretario de Guerra.


Tras un paradisíaco viaje de 1000 millas en tren, encerrado sin alimento ni agua junto a otros criminales peligrosos, Panzram arribó a la prisión federal ubicada en las cercanías del río Missouri en medio de una vasta planicie de Kansas. Leavenworth era una vieja prisión usada durante la guerra civil para guardar prisioneros de guerra. Por aquella época había caído en abandono por falta de fondos y mantenimiento sin embargo los nuevos prisioneros eran empleados como fuerza de trabajo para remodelar y reparar las instalaciones del lugar. A mediados de 1908 y contando 16 años, Panzram cae en esa terrible fortaleza, donde era impuesta una férrea disciplina de silencio para los prisioneros. Aquella imposición era parte de los usos y costumbres penales que se creía idónea para reformar a los prisioneros. Todos los días los hombres debían formarse en los patios no importando el clima imperante y cualquier desobediencia al código de silencio era castigada rápida e implacablemente.


Debido a su naturaleza rebelde e incorregible Panzram pronto se vio envuelto en graves problemas con los celadores. Eran frecuentes las palizas que recibía y prolongados los periodos de confinamiento en solitario a que era sometido. Pronto sintió desesperación por escapar del lugar y mientras tanto un día logra incendiar parte de las instalaciones sin que se le levantaran cargos formales. La vida en prisiones de este tipo era un frágil equilibrio de violencia y paz entre guardias y prisioneros. Los primeros imponían el orden y la disciplina por medio de golpes y torturas, pues no conocían otra manera de imponerse entre sujetos tan peligrosos como los que cuidaban. Panzram estaba sujeto a una bola de acero de 22 kilos que debía llevar a donde fuera y durante 10 horas al día todos los días de la semana picaba piedras. Este severo régimen hizo que se volviera muy fuerte y musculoso. Cada día que transcurría, su amargura y enojo se incrementaban y no veía venir la hora de salir para descargar su furia contra la humanidad. En 1910 es liberado de Leavenworth deseando solamente jamás volver al maldito lugar y sintiéndose la personificación del mal.


A los 19 años, Panzram carecía de hogar, familia o amigos. Todo aquello estaba negado en su existencia. A pesar de su buena apariencia masculina y no siendo necesariamente homosexual no tenía ningún interés por las mujeres. Solo deseaba hacer daño, como una respuesta a todos los agravios recibidos desde su niñez. Durante años se mantuvo errante por Kansas, Texas llegando hasta California dejando una estela de robos, hurtos e incendios por doquier. Cualquier situación y lugar era el indicado para hacer maldades como dejar suelto el ganado o caballos. Si entraba a robar lo primero era encontrar las armas, luego incendiaba los lugares. Si la oportunidad se daba, tiroteaba ventanas, quemaba graneros, cobertizos, cabañas y hasta pastizales o parajes abandonados. Cualquier hombre que se cruzara en su camino y habida la oportunidad era asaltado y violado no importando raza, edad u otras condiciones. Bastaba que fuera un ser humano apto para dañarlo. Varias veces fue detenido por robo y tantas otras escapó de las penitenciarias. Se mantenía a salto de mata y cuando la situación se salía de control, trepaba al primer tren que pasara para alejarse del peligro. Una vez que iba en un vagón de tren en compañía de un par de vagabundos, ideaba violar al mejorcito de ellos cuando les cayó un oficial del tren, quien trató de extorsionarlos pero Panzram fue más astuto que todos y a punta de pistola le robó el reloj y dinero al oficial ferroviario. Acto seguido lo violó y con un poco de persuasión obligó a los otros vagos que hicieran lo mismo, tras lo cual los arrojó del tren para continuar solo hacia Oregon.


Pasaba el tiempo y Panzram únicamente conocía la mala vida siendo arrestado casi por todos lados en que caminaba. Los cargos variaban desde el típico robo, piromanía y sodomía. En el pueblo de Chinook en Montana lo agarran de nuevo y es sentenciado un año de prisión en la prisión de Deer Lodge a donde es ingresado el 27 de Abril de 1913 y se encuentra con su antiguo compinche Jimmie Benson con quien rápidamente planea el escape, sin embargo este último es transferido por lo que escapa solo en Noviembre del mismo año pero poco después fue recapturado en un pueblo vecino. Según sus palabras, no había trabajo en Deer Lodge y el lugar estaba pobremente administrado por lo que se dedicó a sodomizar a todo lo que se moviera. Su ferocidad y fuerza intimidaban al resto de los prisioneros quienes no oponían resistencia a sus odiosos abusos. Finalmente el 30 de Marzo de 1915 fue liberado antes que nada con los parabienes del gobernador del presidio.



Como no conocía ninguna otra manera de vivir que no fuera delinquir casi a cada respiración, Panzram se mete en nuevos problemas con la ley en Oregon donde va a caer en la penitenciaría estatal del estado por ahí de Junio de 1915. Aquella prisión era gobernada con mano de hierro por un fulano de nombre Harry Minto que no reparaba en violencia y tortura para mantener a raya a los prisioneros. Más rápido que de inmediato los guardias conocieron de la rebeldía de Panzram que de nuevo en su vida, fue sometido a los peores rigores y castigos, como el aislamiento por semanas a puro pan y agua, ser colgado con cadenas en las paredes, trabajos forzados, palizas y hasta baños de agua a presión. También hizo de las suyas, incendiando algunas instalaciones e incluso ayudó a escapar a otro prisionero quien tiempo después se encontraría cara a cara con el señor Minto dándole muerte. Aquel extraordinario suceso provocó que las condiciones dentro de la prisión empeoraran. En Septiembre de 1917 logra escapar para ser arrestado nuevamente, puesto que Panzram ya tenía una bien ganada fama de criminal peligroso e incorregible. Mediante un anuncio un oficial lo reconoció y lo arrestó no sin antes batirse a plomazos. Estando en custodia Panzram no dejaba de pelear para liberarse. Finalmente en Mayo de 1918 se vuelve a escapar de la odiada prisión de Salem en un acto digno de un argumento hollywodense.


En medio de una lluvia de balas se perdió entre los bosques para escapar en un tren. Tomó rumbo a la costa este de los Estados Unidos.


Panzram continuó su labor destructiva robando y quemando pequeñas iglesias por doquier pero siempre guardando precaución para no ser apresado de nuevo. En 1920 establece su base de operaciones en la ciudad de New Haven en Connecticut, lugar de mucha actividad y bullicio donde pasaría desapercibido para la policía y donde había mucho trabajo que realizar. Si no asaltaba al usual borracho en las noches, se ocupaba de violar jovencitos y si no, se metía a saquear residencias. Hasta que un día decide meterse e una residencia que lucía muy apetitosa, tal vez perteneciera a un aristrócrata. Una vez dentro comenzó la colecta de joyas, dinero y armas. Cual sería la sorpresa de Panzram cuando vio que estaba dentro de la residencia del entonces presidente Taft a quien por cierto el culpaba de haberlo mandado 3 años a Leavenworth cuando este fungía como Secretario de Guerra. El botín fue cuantioso por valor de $3,000 dólares y obtuvo una Colt calibre .45 del presidente Taft. Con esas riquezas se hizo de un yate con el que comenzó a navegar de aquí a allá como un pirata. Inmediatamente concibió un plan para delinquir a modo con su nueva faceta. Frecuentemente bajaba a las calles de los puertos que visitaba para reclutar marineros a quienes con cualquier promesa convencía para trabajar en su bote aunque fuera un día. Una vez que los incautos caían en sus garras, los emborrachaba o esperaba a que durmieran para robarlos, violarlos y matarlos. Se deshacía de los cuerpos atándoles piedras pesadas en el cuello y soltándolos en las aguas. Un día un fuerte temporal lo aventó a las rocas, apenas el y los dos marineros que estaban a punto de perecer en sus manos lograron escapar nadando a la orilla.


En 1921 y tras otras escaramuzas y presidios en Connecticut, Panzram huye del estado y aborda un buque mercante con el que termina en Angola, en ese entonces colonia Portuguesa. En territorio africano se emplea en una compañía petrolera, que por ese entonces exploraba yacimientos en aquellas tierras. Un día que estaba sentado sin hacer nada, por azares del destino llegó un niñito negro no mayor a los 11 años y no pasaron mas que unos instantes para que Panzram urdiera atacarlo. Mediante algún embuste lo llevó a un lugar apartado donde lo violó y asesino de un rocazo en la cabeza. Cuando Panzram se alejo de la escena del crimen el cerebro se escurría por los oídos del desafortunado negrito. Los habitantes de Lobito Bay, comunidad pesquera donde habitaba Panzram, sospechaban del extraño norteamericano, pero no hubo manera de demostrar nada. Poco tiempo después Panzram organizó una expedición para cazar cocodrilos río arriba y contrató 6 nativos del lugar para que lo asistieran. Adentrados en la jungla sacó su pistola y uno a uno fue terminando con sus vidas, según sus propias palabras aquel crimen fue de lo mas fácil siendo mas complicado matar chicos de 11 o 12 años como acostumbraba. Después de darles el tiro de gracia, alimentó a los cocodrilos con los cadáveres de aquellos infelices. Como había muchos testigos que lo vieron apalabrar a los seis negros, al regresar huyó del lugar. Luego de pocos días de estar a salto de mata por las costas africanas, llega a Portugal, sin embargo la policía local ya estaba al tanto de su racha de asesinatos en Africa así que en cuanto pudo abordó un buque de regreso a América. Para 1922 estaba de nuevo en los Estados Unidos.



En el extranjero le había resultado increíblemente sencillo asesinar personas lo cual le agradaba mucho a Panzram, tanto que pensaba dedicarse a ser un asesino a sueldo. Sin embargo su idea no prosperó y regresó a sus actividades de siempre.


Cuando cometía algún crimen se alejaba del lugar lo más pronto posible ya fuera abordando un tren o pidiendo aventón en las carreteras. Su vida era estar huyendo permanentemente a un paso o dos de la policía. Sin reposo y jamás pisando poblaciones y ciudades más de lo necesario. Un ritmo de vida inimaginable hoy día y a pesar de todo, siempre furioso y sediento de violencia.
Tras unas cuantas semanas en suelo norteamericano, Panzram decide renovar su licencia de marino y arreglar los papeles de su viejo bote el Akista y procede a explorar los puertos para hallar un yate igual o parecido pues planeaba robarlo para después renombrarlo. Así recorre varios lugares sin hallar lo que busca hasta llegar al pueblo de Salem en Massachussetts, lugar donde hacía siglos enjuiciaban a las brujas. Dentro del pueblo se encuentra en una calle a solas con un chico con quien traba plática. Aquel niño había estado la mayor parte del día dentro del restaurante de un vecino y había salido por un encargo. Panzram le ofrece 5 centavos por cumplirle otro encargo. Juntos entran a una tienda de abarrotes y al salir le ofrece un viaje en el transporte del lugar. Pronto el inocente niño baja con Panzram en un paraje solitario. Después de tres horas de torturarlo y violarlo, lo asesina con una roca. Para silenciarlo le había retacado la boca con hojas de una revista. Lo tapa con algunas ramas de árbol y huye del lugar. Tras su horrendo crimen Panzram es visto a poca distancia por un par de residentes de Salem, más tarde declararían que vieron a un sujeto apresurado y nervioso alejándose del lugar con un periódico en mano. Tres días le tomo al pueblo hallar el cadáver de George Henry McMahon de 11 años de edad. ¿Por qué lo había hecho? Simplemente por el afán de cebarse con los inocentes y los débiles.



Después de lo de Salem, viajo al norte a Nueva York y se mantuvo en movimiento por el área de Connecticut hasta que encontró el yate idóneo para robárselo. Una vez que tuvo uno de 38 pies en su poder, comenzó a navegar de aquí para allá demostrando gran destreza como marinero en toda condición y clima. Cualquier lado era bueno para asaltar yates o embarcaciones donde se hacía de joyas, ropas y armas que posteriormente vendía. Todo era ganancia fácil y redituable. Tan prolífico ladrón era Panzram que hasta bajaba del barco para meterse a casas y negocios y hasta se introdujo en el yate del comisionado de policía de New Rochelle, sustrayendo un revolver calibre .38 entre otros objetos de valor y dinero.


En Junio de 1923 Panzram entra al río Hudson y se había hecho de la compañía de un muchachito de 15 años que había conocido en un empleo temporal hacía meses. De nombre George Walosin, este jovenzuelo compartía el gusto por la sodomía con Carl Panzram, sin embargo este último cometió el error de violarlo. Luego, atraca en un pequeño muelle y se aventura en las poblaciones del lugar para ofrecer en venta el yate. Pronto un joven sujeto decide ver el bote para comprarlo. Este hombre en realidad planeaba asaltar a Panzram pero como entre agujas no se pican, llegado el momento quien terminó sometido y asesinado fue el supuesto comprador.
Después de atestiguar los alcances del capitán O'Leary como tal se hacía llamar Carl Panzram, Walosin decide huir y salta a la primera oportunidad al agua para nadar a tierra firme. Reporta a la policía de los abusos cometidos contra su persona y las autoridades montan un operativo en el río hasta capturar al elusivo pirata O'Leary.
El largo brazo de la ley alcanzó a Panzram el 29 de Junio de 1923 y fue puesto a disposición de la comisaría de Yonkers City donde permaneció unos cuantos días antes de ser confinado por tratar de escapar del lugar. Entonces busco la ayuda de un abogado local cuyo apellido era Cashin. A este abogado le prometió que si lo sacaba de la cárcel le pagaría con el yate, el cual valdría varios miles de dólares. El abogado se apresuró a tramitar la fianza que pagó con sus propios recursos y a los pocos días el capitán O'Leary fue liberado. Claro que Panzram nunca regresó con el abogado para arreglar las cosas, cuando Cashin trató de registrar el bote, se descubrió que era robado. Entonces la policía confisco el yate y además la fianza quedó perdida.


Después de su graciosa huida, Panzram se dirigió al sur de Connecticut, área donde se movía con comodidad, con el firme propósito de robar otro barco y esta vez navegar hacia Sudamérica. Para capitalizarse se dedicó a robar transeúntes de la ciudad de New Haven cuando la noche del 9 de Agosto de 1923 se topó en la calle con otro muchachito que iba solo. Lo sometió a punta de navaja y lo condujo a los bosques cercanos. Una vez ahí le aplicó el mismo tratamiento que al joven McMahon, violándolo sin piedad hasta que ya satisfecho procedió a estrangularlo con el cinturón que llevaba el chico de origen judío. Según sus declaraciones, Panzram disfrutó de esta fechoría como ninguna otra. Dejó el cuerpo ahí tirado y se retiró del lugar tan tranquilo que nadie notó nada extraño al verlo caminar por la carretera. Este crimen permanecería en el misterio hasta que Panzram lo confesó muchos años después.


Después Panzram se dirigió a Manhattan donde se empleo como empleado de limpieza en un buque que partiría a China, sin embargo antes se emborrachó y participó de una trifulca entre marineros y fue expulsado de la expedición. Sin dinero y con hambre se sube a un tren con dirección al pueblo de Larchmont sitio de lujo y esparcimiento para la alta sociedad de la región. Una noche de Agosto de 1923 Panzram se introdujo en los depósitos de la estación de trenes para robar. Había usado un hacha que encontró cerca del sitio para romper una ventana. Para su mala ventura, fue descubierto por un oficial que efectuaba su rondín nocturno. Tras un feroz forcejeo, el oficial Richard Grube arrestó a Panzram que fue incriminado con otros tres cargos mas por robo y la fianza le fue impuesta por $5,000 dólares. En este punto Panzram decide comenzar a hablar y declara ser fugitivo del estado de Oregon donde aún debía purgar 14 años de prisión. La policía conocía de ciertos hombres que comenzaban a declarar en demasía con el propósito de ser transferidos a otros sitios sin embargo deciden enviar telegramas a Oregon para averiguar. La respuesta fue que Jeff Baldwin alias de Panzram al momento de su encarcelamiento en Oregon era requerido por la justicia del estado. La suerte del criminal llegaba a su fin.
Pocas semanas después de su arresto, la corte de Larchmont lo sentenció a 5 años de prisión por los robos cometidos en aquella jurisdicción. A pesar de que Panzram había intentado una negociación con el fiscal para recibir una sentencia menor a cambio de declararse culpable. Entonces fue enviado a la famosa prisión de Sing Sing pero no permanecería ahí por mucho tiempo pues fue enviado a la prisión estatal de Clinton, lugar a donde eran enviados los criminales más peligrosos e incorregibles. Gobernado y mantenido por sucesivas familias de celadores locales, Clinton era famosa por la rudeza y crueldad conque eran "reformados" los reos. Dannemora, el agujero infernal era como se conocía comúnmente dicho sitio. La población de reos era considerada un puñado de animales a quienes había que tratar acorde a ello. Los guardias estaban armados de bastones de acero que usaban para someter cualquier insubordinación por mínima que fuera. Bajo el implacable yugo de los guardias, numerosos reos sufrían de colapsos nerviosos y entonces eran enviados al hospital mental donde eran arrojados ante una población de dementes y eran olvidados tras una muralla de negligencia y burocratismo.


Luego de unas semanas Panzram intentó armar un incendio, pero el dispositivo que había colocado fue desmantelado por los guardias. Intentó asesinar a otro de ellos dándole un tablazo en la cabeza y claro esta, también intentó escapar del lugar. Trepó una de las paredes de la prisión y cayo casi de una altura de 10 metros a una plataforma de concreto. Se rompió ambas piernas y tobillos y tuvo lesiones en la espina dorsal. A pesar de sus graves lesiones fue aventado a su celda sin ningún tratamiento médico. Ni siquiera yeso o tablillas le fueron colocados. Tras 14 meses de agonía en que nadie lo ayudo fue operado perdiendo un testículo a causa de los daños sufridos. A pesar de esta larga odisea, Panzram no se corregía en lo absoluto, pues tiempo después de su cirugía fue hallado sodomizando a otro prisionero por lo cual fue arrojado al confinamiento donde sus sufrimientos se multiplicaron siendo ignorado por absolutamente todo mundo. Nada que hiciera o pidiera tenía una respuesta positiva. Tras años de padecer este aislamiento Panzram enloquece de furia y resentimiento. Elabora planes para armar matanzas masivas. Como soltar arsénico en un río para asesinar a todos los pobladores sin excepción. Finalmente tras 5 años de habitar las entrañas del infierno, Panzram es liberado de Dannemora. Lleno de profundas cicatrices físicas y mentales este asesino en serie toca de nuevo el mundo.
Y por enésima vez Panzram robó, incendió y asesinó al menos a un sujeto como parte de su venganza contra el mundo hasta ser capturado de nuevo. Durante su presidio en Washington finalmente comenzó a cantar la verdad. Los guardias pronto notaron que el reo Charles Panzram frecuentemente hablaba de haber asesinado niños. Comenzó una extensa averiguación en diferentes jurisdicciones para clarificar la información. Pronto surgieron los datos que corroboraban las aseveraciones del reo. Cuando fue registrado en la cárcel un joven guardia recién ingresado al servicio y de nombre Henry Lesser preguntó a Panzram ¿cuál es tu crimen? a lo cual respondió "Lo que yo hago es reformar personas..." Pasaron algunas semanas en que el joven Lesser notó el extraño comportamiento de Panzram quien raramente entablaba conversación con los demás. Mientras tanto, éste último no perdía el tiempo y raspaba el concreto alrededor de las barras de su ventana con el fin de escapar, pero fue delatado por otro prisionero. Entonces es sometido a las usuales torturas en boga. Esta vez Panzram maldijo inclusive a sus padres por haberle dado la vida. Por el paso de los años en una vida pendenciera y sin rumbo. Sometido a las más salvajes torturas y condiciones carcelarias de su tiempo el legendario criminal Carl Panzram decide confesar absolutamente todo. Día tras día aporta datos de sus fechorías, en especial la violación y asesinato de los jovencitos McMahon y Alexander Luszzock. Por alguna razón Lesser se compadece del rabioso y odiado criminal y en un gran gesto de su parte se convierte en su único confidente en la prisión. Un día le da un dólar para que Panzram comprara cigarros y comida. Pronto ambos hombres se hacen amigos y Lesser convence a Panzram de escribir sus memorias.


Aquella enorme declaración de más de 20,000 palabras abarca toda la carrera criminal de Panzram incluyendo descripciones de todas y cada una de sus encarcelaciones a lo largo y ancho del territorio. A pesar de la falta de comunicación entre agencias y prisiones de aquel tiempo, la mayoría de los datos aportados fueron corroborados. Estaban incluidos arrestos y alias usados desde 1900 hasta 1930. No solo habló de su vida, sino también del sistema penal norteamericano al cual propinó acres críticas, tachándolo de inútil y nocivo. Uno de sus lemas más recurrentes era que la fuerza daba derecho. También aseguraba que por todos sus crímenes no guardaba arrepentimiento alguno y que todas y cada una de las leyes de Dios y de los hombres en algún momento las había roto. Si hubiera nuevas leyes, con gusto las quebraba también.


Muy pronto de todas partes comenzaron a surgir ordenes de presentación contra Panzram y pronto comprendió que este era el final de su carrera delictiva. A principios de 1929 escribió la siguiente carta al fiscal de Salem, acerca del crimen contra el jovencito McMahon:


"Ya hice una total confesión acerca del asesinato de McMahon. Usted ha enviado testigos desde Salem para identificarme, lo cual han hecho a cabalidad. En ningún sentido cambio mi confesión del hecho. He cometido tal crimen. Yo solo soy el culpable... No solo he cometido ese asesinato sino otros 21 mas y puedo asegurarle ahora mismo que si alguna vez salgo libre y tengo la oportunidad, asesinare a otros 22 mas!..."Fue llevado a juicio y el mismo fungió como su propio abogado, claro que lo hizo de la manera más torpe y burda que pueda haber, aterrorizando constantemente a los testigos y a los miembros del jurado. La sentencia llegó el 12 de Noviembre de 1928 y el juez Walter McCoy le dio 25 años de cárcel en Leavenworth, ante lo cual Panzram atinó a gritarle "Vaya a visitarme!..."


El 1 de Febrero de 1929 llegó Carl Panzram a la conocida prisión de Leavenworth y al serle leídas las reglas por el guardia principal declaró serenamente que asesinaría al primer sujeto que se metiera contra el. Y en efecto, así ocurrió cuando uno de los guardias la tomo contra el a la primera oportunidad lo masacró con una barra metálica. Estaban dentro de la lavandería, empleo que Panzram había solicitado dada su precaria condición física y después de terminar con la vida del oficial Warnkle Panzram entró en un frenesí de locura atacando al resto de los aterrorizados prisioneros que no podían escapar por la puerta pues estaba cerrada. Por los gritos y el ruido del desorden llegaron los demás guardias a poner orden en la masacre. Cuando llegaron vieron por las ventanas a Panzram armado de una barra metálica de varios kilos de peso, cubierto de pies a cabeza de sangre y con las ropas hechas jirones. Una vez que el sicótico prisionero se calmó abrieron la puerta y lo condujeron silenciosamente a su celda.


Por este terrible crimen fue llevado nuevamente a juicio. Esta vez ni siquiera solicito un abogado, ya no lo necesitaba. Durante su confinamiento en solitario continuó la comunicación con Lesser a quien le comentó que le faltaban cosas que leer, pero que en general era mucho mejor tratado que antes. Si tan solo así hubiera sido desde un principio el trato en prisión, tal vez muchas personas no hubieran sido robadas, abusadas y asesinadas de la manera en que había ocurrido. Al juicio fueron llevados como testigos guardias y prisioneros que contaron con lujo de detalles los acontecimientos del día en que fue masacrado el señor Warnkle. La sentencia fue la horca, no bien fue dictada por el juez, Panzram quedó inclusive agradecido y feliz. Al ser retirado de la sala y cuando todos dejaban el lugar aún se podían escuchar sus horribles carcajadas.


Antes de su ejecución no faltaron las almas caritativas que trataron de interceder por Panzram, como el doctor Karl Menninger que solicitó entrevista con el condenado a muerte. Pero Panzram amenazó de muerte a las asociaciones civiles que ya desde entonces se oponían a la pena capital. Durante la corta entrevista, el reo se mostró irritado y nada cooperativo. Para Menninger quedó claro que ese hombre era capaz de matar a quien fuera con tal de escapar si la menor oportunidad se presentara. Las opiniones del buen doctor fueron rechazadas tajantemente por Panzram quien dejó en claro que aborrecía cualquier intervención a su favor y que deseaba llegara ya la hora de su muerte para bien de el y de todos.


El 5 de Septiembre de 1930 a las 6 de la mañana y ante numerosos testigos de la prensa y la prisión, Panzram fue colgado y declarado muerto a las 6.18 a.m. Su cuerpo no fue reclamado y fue enterrado en un sepulcro del lugar. Hasta el momento de su muerte se comporto desafiante e incorregible como siempre. Subió alegremente los escalones hasta el cadalso. Tuvo tiempo de escupir y apresurar al verdugo. Según testigos pasó la noche en vela caminando por su celda y canturreando una canción obscena de su propia creación.

Peter Sutcliffe - El destripador de Yorkshire

Peter William Sutcliffe nació el 2 de Junio de 1946 en Bingley, una región industrial de Yorkshire, Inglaterra. Sus padres fueron John y Kathleen Sutcliffe y fue el mayor de seis hijos. El padre de Peter era un obrero de molino y un aficionado nato a numerosos deportes, muy extrovertido que gustaba del trato con las personas.

Cuando era un niño pequeño, Peter no correspondió a las ilusiones que de el se había formado su padre. Lejos de mostrar interés y agresividad para los deportes y los juegos, solía pasar el tiempo encerrado en casa. Prefería la compañía de su madre a los rudos juegos de sus hermanos menores. En la escuela la situación no era diferente, pues no le gustaba asistir y a la hora del recreo, se ponía a salvo de los demás en alguna esquina.


Su padre al enterarse de este comportamiento lo iba a visitar a la hora del descanso para animarlo a juntarse con los demás. Cuando paso a la secundaria la situación no mejoró gran cosa pues ahora era el objetivo de las burlas y abusos de los otros al grado de que Peter dejó de asistir un par de semanas hasta que se descubrió que en vez de ir, se escondía en un piso de la casa donde lo pasaba leyendo libros y tiras cómicas. A pesar de que se tomaron medidas para evitar las agresiones de que era objeto, el joven Peter Sutcliffe siempre fue visto como alguien diferente y aparte de los demás.

Las maneras agresivas y la extroversión del padre de Sutcliffe lo abrumaban bastante y siempre guardaba algo de rencor en su contra por la vida de distracciones en que estaba inmerso el señor. Peter estaba más identificado con su madre que con su padre. De hecho al morir ella de una afección cardiaca, Sutcliffe culpó al señor John de provocarle la enfermedad dadas sus ausencias y desplantes.

Finalmente Peter decidió ejercitarse en fisio culturismo, eliminando una de tantas preocupaciones que su persona causaba a su padre. Con alegría vio como se integraba en algunas actividades deportivas, pero jamás con el objetivo de sobresalir ni de llamar la atención excesivamente. A los 15 años abandona formalmente sus estudios y entra a un buen número de empleos y ocupaciones en los que no duraba mucho tiempo. Aparentemente no mostraba a su edad ningún interés en las muchachas y tampoco externaba tener un objetivo claro en la vida.

Comenzó a trabajar en el mismo molino que su padre, pero abandonó el empleo unas cuantas semanas después. Luego entró de aprendiz de ingeniero en un taller donde duró únicamente 9 meses. Ocupo una vacante como obrero en una fábrica y también duro poco tiempo. Terminó empleándose como excavador en el cementerio de Bingley.

Llegado a los 18 años Peter continuaba su afición al gimnasio y para alivio de su padre, había tomado el gusto por otras actividades masculinas, como pasear y reparar motocicletas. La mecánica automotriz sería una de las grandes pasiones de toda la vida de Sutcliffe, claro esta, aparte de asesinar prostitutas.

Por fin a los 20 años y estando en un hotel departiendo con unos amigos, Sutcliffe le habló a una muchacha, ella se llamaba Sonia Szurma, hija de inmigrantes checoslovacos. Inicialmente al padre de la chica no le agradó Sutcliffe, sin embargo con el tiempo aceptó que se trataba de un muchacho trabajador, por lo menos con dinero en el bolsillo y que encima de todo, trataba bien a su querida hija. Se conocieron en 1967 cuando ella tenía 16 años y se casaron en Agosto de 1974.De acuerdo a algunas fuentes, Sonia Szurma padecía de esquizofrenia paranoide, enfermedad que se le manifestó a los 21 años, comenzó con algunas crisis y fue internada. Se dice que ejercía gran control sobre Peter Sutcliffe y que no era del agrado de la familia de este. Era de personalidad fría, poco comunicativa y distante. Una de las principales manifestaciones de su enfermedad era la manía por la limpieza y la pulcritud de su hogar. Empresa a la que dedicaba muchas horas del día, aun forzando a Sutcliffe a participar de los quehaceres y constantes remodelaciones de la casa. El gran propósito de Sonia era obtener un grado como maestra escolar, y cuando lo logró y comenzó a trabajar fue que el matrimonio pudo juntar el dinero suficiente para independizarse.




A los ojos de los padres de Sutcliffe su hijo ya cumplía el ideal que de el habían forjado desde su nacimiento. El único defecto que no había sido superado era su inconstancia laboral. Acostumbraba a llegar tarde al trabajo hasta que perdió su empleo en el cementerio. Continuó intentándolo en empleos menores hasta que consiguió el turno nocturno en la fábrica Brittania Works of Anderton International. Fue en el año de 1974 que cediendo a la presión de sus padres Sutcliffe contrajo matrimonio con Sonia y vivieron los primeros años del matrimonio en casa de los padres de esta.

Ante la sociedad Sutcliffe se había creado una buena imagen pues todos lo consideraban un excelente esposo. En su trabajo era callado y atento pero si había quienes conocían algo de su lado oscuro. Gary Jackson, compañero del cementerio comentó que Sutcliffe era muy proclive a jugar bromas pesadas con los cadáveres que enterraba aparte de que robaba anillos y otras joyas de los mismos. Luego estaba su cuñado, Robin Holland quien acompañaba a Peter a beber en las zonas rojas de Yorkshire. Este sujeto lo escuchaba alardear de sus aventuras con prostitutas mientras que en casa tenía la hipocresía de criticar a aquellos maridos que veían mujeres fuera del matrimonio. Terminó por no aguantar la doble cara de Sutcliffe y dejó de acompañarlo. Trevor Birdsall se convirtió en amigo de Sutcliffe en la misma época que este conoció a su mujer y continuó siendo su amigo hasta la detención de este. Una vez Birdsall habló a la policía para decirles que sospechaba su amigo era el destripador de Yorkshire. El sabía perfectamente que a Sutcliffe le gustaban las prostitutas pero a la vez mezclaba este gusto con un extraño odio hacia ellas.

Tras algunos meses de matrimonio con Sonia, la suerte favoreció a Sutcliffe que inesperadamente se hizo con un dinero con el cual pago el trámite para obtener la licencia para manejar camiones y traileres. El oficio de chofer sería el definitivo en su vida. También era un ávido comprador de vehículos con los cuales se pasaba horas reparándolos, nunca uno de sus coches fue determinante para poder incriminarlo por sus ataques.

Semanas antes del ataque contra Anna Rogulskyj, Sonia sufrió un aborto, no era el primero. Entonces los médicos informaron a la pareja que ella no podría embarazarse nuevamente. La noticia fue un duro golpe pues ambos deseaban un hijo, así lo comunicó Sutcliffe a su familia. De acuerdo al investigador norteamericano John Douglas, cuando un asesino serial comienza sus ataques es debido a que le ocurre un evento lo suficientemente fuerte para desencadenar la violencia que guarda en si. Tal vez la noticia sobre la incapacidad para tener un hijo fue este agente desencadenante.




Tras el fallido ataque contra la señorita Rogulskyj, Sutcliffe atacó de nuevo pero fue interrumpido y no fue hasta el crimen de Wilma McCann que comenzaría su reinado de terror. A continuación viene la lista víctimas del destripador de Yorkshire:

01.- Anna Rogulskyj
02.- Olive Smelt
03.- Wilma McCann
04.- Emily Jackson
05.- Marcella Claxton
06.- Irene Richardson
07.- Patricia Atkinson
08.- Jayne MacDonald
09.- Maureen Long
10.- Jean Jordan11.- Marilyn Moore
12.- Yvonne Pearson
13.- Helen Rytka
14.- Vera Millward
15.- Josephine Whitaker
16.- Barbara Leach
17.- Marguerite Walls
18.- Upadhya Bandara
19.- Theresa Sykes
20.- Jacqueline Hill

A pesar del visible peligro que corrían las prostitutas y de las advertencias policiales, no hubo reducción alguna de esta actividad en las zonas rojas de Yorkshire. Muchas consideraron retirarse del negocio, pero la necesidad imperaba encima del peligro. A pesar del gran problema que existía nunca se pudo establecer una buena cooperación en las mujeres del gremio y la policía. De hecho casi no existía comunicación entre ambas partes. Entre el público había la falsa creencia de que el resto de las mujeres estaban a salvo como quedó demostrado en los últimos crímenes del destripador. Después del asesinato de Vera Millward pasaron hasta 11 meses antes del siguiente. En ese tiempo la gente se tranquilizó y no faltó el psicólogo forense que declarara que tal vez había parado de actuar el destripador. Que eso podía ser normal. La realidad era que Sutcliffe estaba ocupado en penar la muerte de su madre, que murió en el mes de Noviembre a la edad de 59 años por un infarto al miocardio. Había padecido ya por algunos años de enfermedad cardiaca congestiva. Peter culpaba a su padre John de ser responsable de la enfermedad de su madre, dados los constantes disgustos que le provocaban su libertinaje.

En su trabajo de camionero Peter Sutcliffe era considerado uno de los más puntuales y eficientes empleados de su empresa. Sus compañeros pensaban que era un hombre muy reservado pero que se expresaba crudamente cuando de mujeres y sexo se hablaba. Hay que hacer notar que la policía interrogó muchas veces a Sutcliffe, una de ellas debido a que las placas de su automóvil habían sido registradas en una de las zonas rojas del área. La explicación que ofreció fue que por causa de su trabajo debía cruzar constantemente esas zonas de la ciudad. Las autoridades habían instruido a todos los oficiales que memorizaran una serie de pistas que se conocían respecto al asesino. Pero increíblemente los oficiales que por cualquier causa interrogaban a Sutcliffe jamás revisaban los puntos acordados. Simplemente fallaban en reconocer que tenían al asesino enfrente.Pero hubo una situación que en nada contribuyó a solucionar el caso. Llegaron un par de cartas de alguien que aseguraba ser el destripador de Yorkshire. En casos como este, cuando el criminal recibe tanta atención por parte de la prensa provoca que otros cometan este tipo de actos que entorpecen la acción de la justicia.

Esta persona tuvo la ocurrencia de enviar una cinta de audio que fue analizada exhaustivamente por detectives y peritos. Se tomó la decisión de difundirla al público y como consecuencia se recibieron miles de llamadas con falsas pistas que tuvieron que ser investigadas una por una. Los investigadores concluyeron que el sujeto debía de ser de la región de Castletown dado su acento. Un grupo policial fue enviada para revisar casa por casa sin hallar resultado alguno. Fue cuando se comprendió que aquel destripador no podía ser el verdadero. Como en otros casos históricos, las cartas contenían ciertas pistas verdaderas, pero fallaban en otras. Pero el daño estaba hecho, cuando cualquier oficial interrogaba a un sospechoso esperaba que hablara con un acento marcado, cosa que no ocurría en lo más mínimo con Peter Sutcliffe a quien se interrogó alrededor de 12 veces.

A pesar de una costosa campaña publicitaria que consistía de anuncios en periódicos letreros espectaculares, pocos imaginaban que el verdadero asesino era oriundo de Yorkshire, era camionero y que vivía en Bradford tan solo a minutos de distancia de los cuarteles policíacos. La policía también comenzó a explotar el uso de bases de datos y computadoras para ir descartando vehículos involucrados en las áreas rojas. Después de muchos esfuerzos, uno de los 200,000 autos descartados por las pesquisas informáticas, incluían uno perteneciente a un camionero que vivía en Bradford, es decir uno de los vehículos de Peter Sutcliffe.

En Abril de 1979 Sutcliffe sorprendió a no pocos compañeros de su trabajo cuando confesó que estaba viendo a otra mujer en Glasgow. Hasta ese momento había hablado de Sonia y su matrimonio en felices términos. Un día que tuvo que hacer una entrega a la General Motors le tocó conocer a Theresa Douglas en un bar. Después de varias visitas al pueblo se ganó el corazón de la muchacha y su familia. Aparentó sinceridad y le dijo que vivía solo en una casa en Bradford y que había sido casado, pero ahora estaba divorciado. Incluso llego al cinismo de darle la dirección de la casa de su padre, como referencia. También comentó que tenía ciertos problemas de impotencia por lo que no podía tener hijos. En una de las visitas un hermano de Theresa hizo el comentario de que Sutcliffe tenía mirada maligna a lo que el contestó que se debía a que él era el destripador de Yorkshire. Todos soltaron la carcajada.

Por un descuido, casi es descubierto Peter Sutcliffe. En Abril de 1980 se le ocurrió embriagarse y fue detenido por la policía cuando fue visto manejando erráticamente. La pena por esa infracción podía provocar la pérdida de su licencia de manejo. Eso implicaba no mas visitas a la chica de Glasgow. Para gran fortuna de Sutcliffe los datos relativos a este incidente no fueron cruzados con los bancos de datos dedicados al destripador de Yorkshire, a pesar de que había instrucciones precisas a investigar cualquier incidente de tránsito ocurrido cerca de las zonas rojas de Yorkshire. Antes de asistir a su audiencia programada para Enero de 1981 Sutcliffe atacó a sus cuatro últimas víctimas comenzando por Marguerite Walls y terminando con Jacqueline Hill.

Después del asesinato de la señorita Hill, la clase media británica montó en cólera por la falta de resultados en las investigaciones. Hasta las feministas salieron a las calles a protestar en una marcha muy concurrida. Entonces la policía recibió miles de cartas anónimas con información de posibles pistas y sospechosos. Entre las 7,000 anónimas, iba la del amigo de Sutcliffe, Trevor Birdsall, quien desde el crimen contra Olive Smelt guardaba sospechas, pero había pasado el tiempo y continuaba pensando que Peter era incapaz de matar a alguien. Dos semanas después de enviar su carta anónima, Birdsall se presentó a la policía y llenó con un oficial un reporte. Los datos fueron ingresados al sistema pero el tiempo siguió corriendo sin que nada ocurriera, Birdsall pensó que la policía había investigado su reporte y que nada malo había con Sutcliffe. La realidad era que la policía estaba sepultada de trabajo revisando y procesando información que se había acumulado tras 5 años de investigaciones. La carta y el reporte de Birdsall no llegaron a tiempo a las manos de los principales detectives del caso.
El detective George Oldfield era el encargado de la investigación pero a falta de resultados y tras sufrir una serie de 3 infartos fue sustituido por el señor Jim Hobson quien ordenó en un mensaje publicado a plana completa en el periódico que toda la policía se enfocara en la búsqueda y aprehensión del destripador de Yorkshire. Este llamado de atención resultó a la postre fundamental pues en el establecía que si bien se buscaba una persona de marcado acento, no debía ser descartado lo contrario. Otras directivas publicadas se referían al tipo sanguíneo y otros detalles.A fines de Diciembre de 1980, Sutcliffe había efectuado una entrega en Sheffield, lugar que le había agradado así que fue cuestión de tiempo para que regresara, y eso fue el 2 de Enero de 1981, con el firme propósito de asesinar una prostituta de la localidad. Ese día, un par de amigas dedicadas al "negocio" merodeaban la zona roja de Sheffield. Sus nombres eran Olivia Reivers y Denise Hall de 24 y 19 años respectivamente. La primera en encontrarse con Sutcliffe fue Denise quien a pesar del buen aspecto del cliente y la oferta de 10 libras por el servicio, rechazó la propuesta dado que la mirada del sujeto la había asustado. Olivia Reivers no tuvo la misma precaución que su amiga y aceptó la oferta sin ningún problema. Como era la costumbre, la prostituta guía al cliente a un sitio seguro y tranquilo. Sutcliffe no se pudo excitar de inmediato así que comenzaron a platicar mientras estaban estacionados a un lado del camino en la avenida Melbourne.




Justo en esos momentos los oficiales Robert Ring y Robert Hydes patrullaban la avenida cuando vieron el Rover color café de Sutcliffe e inmediatamente adivinaron de que se trataba y bajaron de su patrulla a investigar a la parejita. Sutcliffe dijo llamarse Peter Williams y ella dijo ser su novia. Sin embargo el oficial Ring la reconoció como una prostituta acusada previamente, así que la hizo entrar a su patrulla. Súbitamente Sutcliffe dijo que necesitaba orinar y lo dejaron ir hacia un tanque que se ubicaba cerca. En ese momento Sutcliffe colocó sus armas en una esquina y confío en que los policías no hubieran escuchado el ruido que provocó su martillo al tocar el suelo. Mientras tanto los policías solicitaron a la central que se verificaran el número de las placas del Rover de Sutcliffe. Para su sorpresa el despachador les indicó que correspondían a un vehículo Skoda. Confrontado con este hecho Sutcliffe admitió que había robado las placas en un depósito de autos chatarra y que mintió acerca de su verdadero nombre porque no deseaba que su esposa se enterara que había estado con prostitutas. A fin de cuentas ambos fueron detenidos y puestos en celdas separadas. La esposa de Sutcliffe fue notificada que su esposo no llegaría esa noche a casa. Como el robo de las placas de auto correspondía a otra jurisdicción al día siguiente un oficial iría por el sospechoso para trasladarlo a la estación de policía de Dewsbury.






Una vez ahí Sutcliffe se deshizo de otra navaja que guardaba consigo, la escondió en el depósito de agua del baño. A las 9 de la mañana Sonia fue informada que Sutcliffe era interrogado en relación al robo de unas placas. En ese momento los oficiales notaron que las señas particulares del detenido se parecían en mucho a las reportadas en el caso del destripador. También se dieron cuenta que tenía los dientes incisivos separados. Ese detalle era conocido con mas detalle por las fuerzas policiales. Mientras era observado cuidadosamente Sutcliffe platicaba con los oficiales de su trabajo como camionero y de como había viajado de aquí y allá incluyendo áreas donde el destripador había golpeado. A pesar de que su actual Rover no estaba listado como sospechoso, Sutcliffe cometió el error de mencionar su viejo Corsica color blanco con techo negro.




Las nuevas directivas establecidas para la pronta captura del destripador incluían la obligación de reportar a la fuerza de tarea encargada del caso cualquier incidente sospechoso que involucrara prostitutas y conductores. Y así se hizo en este caso. Oficiales encargados de la investigación pronto se presentaron en Dewsbury para interrogar con más calma a Sutcliffe. Sin embargo cuando el oficial Ring regresó al día siguiente para trabajar su turno nocturno y fue informado de que Sutcliffe aún continuaba detenido y que detectives adscritos al caso del destripador lo vigilaban, adoptó una decisión que resultaría crucial para resolver el caso. Cuando detuvieron a Sutcliffe y este pidió permiso para ir al baño recordó haber escuchado un sonido y pensó que tal vez había soltado algo en el lugar. Inmediatamente se traslado al lugar y al alumbrar el lugar donde había supuestamente orinado Sutcliffe descubrió un martillo y un cuchillo.




Casi de inmediato los principales detectives del caso fueron informados de que había indicios de que se había capturado al destripador de Yorkshire.
Para no cometer algún error en los siguientes procedimientos comenzaron por colectar la evidencia forense directamente del hogar de Sutcliffe. A las 9.30 a.m. del domingo 4 de Enero ingresaron los oficiales y recolectaron martillos, navajas y cuchillos y condujeron a Sonia a los cuarteles de Bradford donde se le sometió a un interrogatorio de alrededor de 13 horas seguidas. Un ejército de oficiales comenzó a recolectar toda la información posible acerca de los movimientos de Peter durante los 5 años anteriores. Entrevistaron a compañeros de trabajo, antigüos empleadores y a vecinos.




La evidencia mas incriminante fue aportada por Sonia que declaró que Sutcliffe había llegado como a las 10 p.m. el día del ataque de Theresa Sykes, mientras que él decía haber llegado a las 8 p.m. Esta discrepancia de dos horas, tiempo suficiente para cometer un crimen como los del destripador, derrumbaba la coartada de Sutcliffe. El domingo por la mañana Sutcliffe comenzó a perder la calma que sorprendentemente había mantenido durante las pasadas 40 horas de encierro. Para ese entonces la policía ya estaba segura de tener al hombre correcto en sus manos. Poco antes de las 3 de la tarde, Sutcliffe fue informado que ya habían encontrado el martillo. Hasta entonces no admitió ser el destripador de Yorkshire. Luego siguieron mas de 20 horas de grotescas confesiones, mismas en que el asesino no mostró casi ninguna emoción salvo cuando llegaron a discutir el caso de Jayne MacDonald y el de una mujer llamada Joan Harrison de quien el destripador negó enfáticamente responsabilidad alguna sobre su muerte. Después de terminar de soltar la sopa, pidió solo una cosa al detective Oldfield, ser el quien informara de todo a su esposa Sonia.




Solicitud que le fue otorgada. Una vez que estuvo debidamente registrada la confesión de Sutcliffe la policía convocó a una conferencia de prensa a la que asistieron más de 80 reporteros y soltó la noticia acerca de la captura del destripador de Yorkshire.

Una vez incriminado y ante el juez, Sutcliffe respondió la pregunta mas importante que todo mundo se formulaba hacía desde 5 años ya ¿por qué lo había hecho? Entonces dijo que en 1967 cuando tenía 20 años y trabajaba en el cementerio escuchó una voz cuando cavaba en la tierra. La voz lo fue guiando hasta una tumba, con una cruz donde estaban unas palabras escritas en polaco. Ahí la voz le ordenó asesinar prostitutas. El hecho de que Sutcliffe estuviera loco implicaba que purgaría pena y tratamiento en una institución mental. Eso implicaba que Sutcliffe no podría ser juzgado por sus crímenes, porque se invocaría la figura de responsabilidad limitada. Estudios clínicos posteriores indicaron que Sutcliffe padecía de esquizofrenia paranoide, pero el juez Justice Boreham consideró inadmisible que Sutcliffe no fuera debidamente juzgado por sus asesinatos y no hizo caso ni de la policía, ni de Sutcliffe ni de nadie mas, porque el acusado fácilmente podía haber mentido. Además se decía que Sonia le había recomendado hacerse el loco porque así estaría mucho menos tiempo preso. Así que decidió que Sutcliffe fuera juzgado por sus actos e instruyó al jurado para que entendieran que era preciso conocer si Sutcliffe sabía lo que hacía y si era culpable. El juicio duró únicamente 14 días con el resultado obvio. Los miembros del jurado consideraron que Sutcliffe no estaba loco, pero que si era un asesino sádico, culpable de 13 homicidios.




Por fin tras 5 años de terror, el público inglés respiraba aliviado. Las familias de las víctimas por fin encontraron justicia y conocieron al culpable de la desaparición de sus seres queridos. Para las víctimas que sobrevivieron no fue de gran ayuda el encarcelamiento de Sutcliffe que en nada les devolvió la vida que las cicatrices del ataque les arrebató el día que se cruzaron por el camino del destripador de Yorkshire.




El día de hoy Sutcliffe continúa internado en el hospital de enfermos mentales peligrosos de Broadmoore. A la fecha ha sido atacado por otros internos y presos 3 veces. El primero en atacarlo fue James Costello en la prisión de Parkhurst en 1983. El segundo fue Paul Wilson quien con unos audífonos intentó ahorcarlo en 1996. Y el tercero Ian Kay, peligroso ladrón y asesino que intentó clavarle una pluma por el ojo en 1997. A la fecha los familiares de Sutcliffe intentan moverlo de Broadmoore por razones de seguridad. También esta muy difundido el hecho de que Sutcliffe recibe a la semana hasta 30 cartas de admiradoras. Hace muy poco tiempo Sonia completó el trámite de divorcio. Este mismo año fue acusado de entorpecer la justicia John Humble, conocido como Wearside Jack, quien es responsabilizado de enviar las cartas y la cinta asegurando ser el destripador de Yorkshire. En el año 2011 se cumplirán 30 años de encierro para Sutcliffe y es posible que alcance libertad condicional. Aunque eso es poco probable.

“Buscamos crear una cultura de exportación”

Dennis del Castillo, responsable del programa Ecosistema Terrestre

En las instalaciones del CRISAP, el IIAP junto con INCAGRO, presentaron los proyectos que ganó el instituto de investigaciones en el ultimo concurso que se desarrolló a nivel nacional. Dennis del Castillo, responsable del programa Ecosistema Terrestre, declaró. “Se esta presentando los proyectos que el IIAP esta ejecutando relacionado al tema de acuicultura y manejo de recursos hidrobiológicos, esto forma parte del concurso que presentó INCAGRO, esto ha sido un proceso muy largo pero los frutos se están viendo ahora”.

“El IIAP, ha captado más o menos el 40% de los fondos de la ultima convocatoria, inclusive el IIAP ocupó el primer lugar a nivel nacional a través de unos proyectos que ahora se están presentando, nosotros estamos contentos porque eso ayudará a solucionar cuellos de botellas tecnológicos de algunos temas relaciones a la acuicultura y que esto va a estar disponible a la comunidad industrial, empresarial y acuicultores de la zona”

Asimismo, mencionó los proyectos ganados, “Estos trabajos de investigación son bastante orientados a lo que es reproducción y esto está básicamente para hacerlos en laboratorios, pero también esta diseñado para brindar apoyo a los agricultores de la carretera Iquitos – Nauta. Asimismo, los temas que se están presentando son: La reproducción inducida de la doncella en laboratorio porque en estos momentos la gran cantidad de doncella proviene de los ríos o lagunas, pero la idea es cultivar estos peces tal como se hace con el boquichico, gamitanas”.

“Otro tema es la reproducción inducida de zúngaro tigrinus, es una especie que se utiliza mucho en la acuicultura ambiental, de tal manera que los empresarios no solamente tengan que ir hasta los ríos o el mismo bosque para poder capturarlos sino que esto se puede criar, asimismo, la especie que también estamos cultivando es la arahuana, esto también se puede cultivar en laboratorios. Lo que tratamos es crear una cultura de exportación, orientado a la crianza de las larvas para no depender de las especies de los ríos, esto sin lugar a duda ayudará a conservar la biodiversidad”

“La población debe denunciar a la personas que tenga un arma en su poder sin tener autorización”

Mayor PNP Jesús Solís Zevallos, DISCAMEC

Ante el caso del asesinato contra el empresario Máximo Cabrera y el Policía Chang Montesinos, así como los casos de asaltos a mano armada, el Mayor de la PNP Jesús Solís Zevallos, responsable de DISCAMEC, habló al respecto e indicó que siempre realizan operativos con la finalidad de incautar armas de fuego que se encuentre bajo el poder de personas inescrupulosas.

“Discamec es una unidad netamente administrativa dependiente del Ministerio del Interior en la cual nos encargamos del control del servicio de vigilancia privada, así como el control de la posesión de armas y artefactos pirotécnicos. Referente al control de armas y municiónese siempre hacemos operativos junto con el Ministerio Público y la Policía Nacional del Perú, ahora, en la zona de frontera nosotros también hacemos operativos con la finalidad que las personas que portan armas cumplan con los requisitos, pero más allá cuando se pasa de la frontera sea Tabatinga o Leticia nosotros ya no podemos intervenir porque esta fuera de nuestra jurisdicción es por eso que al otro lado sucede cualquier cosa y nosotros lamentablemente no podemos hacer nada”

Por eso, Solís, instó a la población a denunciar a las personas que tengan en su poder armas de fuego sin tener una previa autorización. “Nosotros como DISCAMEC sabemos que persona esta autorizada para portar arma, pero si la población sabe que hay una persona que sin tener su carné de autorización, lo que pueden hacer es denunciar a esas personas porque a las finales esta poniendo en riesgo la integridad de población porque simplemente no tiene conocimiento más detallados al momento de manipular un arma”

“De acuerdo a la ley 27718 nosotros estamos encargados de ejercer el control de la comercialización pero los encargados de poder intervenir lo hace la Policía Nacional en coordinación con el Ministerio Público, para eso nosotros tenemos un plan establecido para ver el tema de productos pirotécnicos, la segunda parte es el proceso como buscar estrategias para evitar tragedias, la tercera es la fase control”

miércoles, 2 de abril de 2008

Respuestas a las preguntas del profesor

Que significa convergencia multimedia
La convergencia es una forma de facilitar la implantación de las tecnologías digitales de telecomunicación, propiciando una integración de herramientas, espacios, métodos de trabajo y lenguajes que se distribuyen a través de múltiples plataformas. Esto se divide en tecnológico; empresarial; profesional y contenidos


Como aplicarlo en tu blog

A través del manejo lenguajes multimedia, respetando los patrones textuales tradicionales a través de titulares sea para el impreso, web, así como colocar enlaces, y además presentar fotografías y video.

Colgar un enlace que tenga que ver con el tema
Ummm eso no seep